Opinión

MAL EMPEZAMOS

Hoy no estoy para bromas. Como escribiría de nuevo el poeta Miguel Hernández, «hoy solo tengo ansias/ de arrancarme de cuajo el corazón/ y ponerlo debajo de un zapato.»

Y es que enero y su cuesta no ha empezado precisamente bien, ni siquiera pasable, al menos para los ciudadanos de a pie y demás (contribuyentes o no)

Mientras un maquiavélico gobierno se saca de la magna sus 40 principales, con éxitos que no son otra cosa que verdades a medias cuando no falsedades enteras, un ministerio visionario, el de Interior, adelanta a los medios de comunicación una gran operación contra ETA y, aunque poco después, en un acto desesperado comunica que donde dijo digo dice Diego, ya el ridículo estaba hecho. Y para colmo, el señor Fernández Díaz, en lugar de dar explicaciones, busca un cabeza de turco, su Jefe de Comunicaciones, al que despide, eso sí, con algún que otro elogio.

A lo mejor este señor y sus compañeros de desgobierno, creen a pies juntillas que somos idiotas y nos tragamos que comunicaciones como esta salen a la luz sin el visto bueno de sus principales responsables (léase, en este caso y para no caer en la redundancia, Ministro del Interior).

Y el ridículo no para ahí. Después de que este gobierno se congraciase con la conferencia episcopal y lo más rancio de la ultraderecha con una infame ley contra el aborto, ahora se quiere congraciar con una parte de las víctimas del terrorismo (la AVT) y, con la infantil rabieta por no haber podido prohibir la reunión de ex-presos en Durango, se congratula con la prohibición, por parte del juez Eloy Velasco de una manifestación -a la que el Juez Ruz no puso inconveniente alguno-, con el peregrino razonamiento de que quienes la convocaban eran terroristas. Claro que, más tarde, no pudieron prohibir la convocada por el PNV –seguro que no le faltaron ganas- y que en estas horas, en las que estoy escribiendo este artículo está ya en la calle.

Pero la guinda del pastel en estos primeros 10 días de 2014 nos la pone una noticia que a mí, al menos, me sonroja (por eso de la vergüenza ajena) y me indigna aún más: Un periódico digital ultraderechista se burla de Zerolo y su cáncer, con foto incluida en la que compara al político con un chimpancé. Y esto no es todo, en una entrevista a Jesús Calvo, sacerdote, falangista, xenófobo y, por supuesto, contrario acérrimo al aborto porque, según él es un asesinato, no se corta un pelo al caer en la terrible contradicción de pedir la pena capital para los abortistas (como si alguien estuviera a favor del aborto, incluidas las propias mujeres que se ven en la terrible decisión de abortar) y, no contento con ello y preguntado acerca de la enfermedad de Zerolo, afirma que es un castigo ejemplarizante de la justicia divina.

Me pregunto en qué dios cree este individuo- por llamarlo de alguna forma- Me temo que en el tirano, injusto, asesino y atrabiliario dios del Antiguo Testamento, y no puedo dejar de pensar si la iglesia se pronunciará ante una pirado de tal calibre.

Resumiendo. Estamos ante un estado ruinoso, no solo en lo económico sino y sobre todo, en lo moral y en lo ético, en definitiva, en lo humano.

Ya lo decía Maquiavelo en su libro El príncipe – me temo que el libro de cabecera de muchos peperos-. Cito literalmente fragmentos de su capítulo V, por si alguien quiere comprobarlo:

«Hay tres maneras de mantener el dominio de los estados conquistados y que antes de la conquista vivían en libertad…La primera, arruinarlos…»

Y más adelante afirma: «Y por más que se haga o se prevenga, si no se extirpa la cohesión de los ciudadanos y se les disgrega, nunca olvidarán el nombre de la libertad…»

Y, poniéndome bíblica: «quien tenga oídos para oír, escuche.»