Inicio aquí una pequeña muestra del poemario en el que estoy trabajando y que trata de hacer una especie de juego de espejos entre el hombre del Neardenthal y el actual.
LA PIEDRA
I
Y fue el primer día
del primer mes
del primer año
del primer tiempo
para el primate
que se irguió en la llanura
y miró desafiante al sol.
EL OBÚS
1
Ignoro qué pensó mi madre
cuando di el primer paso.
Tal vez que era el inicio de mi marcha
– las madres, ya se sabe, se adelantan a todo-,
o se sintió orgullosa de mi precoz hazaña
y fue a pregonarla a los cuatro vientos.
Hoy, a tantos años vista,
después de haber estado al borde del abismo,
matado golondrinas,
sobrevivido a la ruleta rusa
y a insistentes amores.
Después de comulgar con ruedas de molino
y romper la baraja.
Después de ser un judas inconfeso
y de importarme un bledo los suicidas
y demás descalabros,
pienso que, al fin y al cabo
y a pesar del dolor que me causa su ausencia,
es una verdadera suerte que mi madre
no sepa cuánto erró en sus predicciones.