Opinión

De embestidas, garrote y tentetiesos

DE EMBESTIDAS, GARROTE Y TENTETIESOS

Aparte de lo desafortunado de la metáfora que el ministro Wert (güenza) “inventó”, referida a sí mismo, hay que reconocer que lo que es embestir, desde luego embiste. Y así, de una embestida, arremete y cornea de muerte a “Educación para la Ciudadanía”, concede rabo y orejas a la apostólica y romana, subvenciona a colegios que segregan a sus alumnos por sexo, vuelve a embestir con las “reválidas”, da un pase “ciego” por las asignaturas que, según él mismo, se deberían reforzar: Matemáticas, Lengua e Idiomas (ya del Catalán ni les cuento), recorta, no en orejas sino en comedores, atención a la diversidad y un ramillete de etcéteras como para ponerse a llorar.

Señores, pongámonos serios nos estamos jugando nuestro futuro y nuestra seguridad- así de claro, duro y contundente-, con una Educación Pública que, lejos de fomentar la igualdad de oportunidades en algo tan importante como la formación integral del individuo, acrecienta aún más las distancias entre las clases sociales, gracias a unas leyes disparatadas y hasta inconstitucionales y a unas no menos disparatadas ”medidas económicas”, con las que se pretende ahorrar dinero a base de favorecer la enseñanza concertada y privada, en detrimento de la pública.

Pero ¿ahorrar qué, señores del gobierno?¿ Un dinero que luego van a tener que invertir en seguridad para los ciudadanos? Porque ¿qué creen que va a ser de esos muchachos que, con una enseñanza pública deficitaria ya desde la básica- etapa fundamental en la educación- van directamente al fracaso escolar y a un futuro igual de frustrante? Y ¿de dónde saldrán esas personas que se encarguen de nuestra seguridad? Desde luego, no de los colegios concertados. ¿Traídas de fuera, o “cogidas al lazo” entre los “itinerarios de la frustración”?

Claro que para arreglar esto contamos con ese otro ministro estrella, Gallardón, ese señor tan partidario él del garrote y tentetieso. ¿Que la cosa se desmadra demasiado? Pues aquí tenemos la “prisión permanente revisable” –qué hermoso eufemismo para la cadena perpetua- y otras lindezas que, por supuesto apoya el señor Fernández Díaz, ministro de interior – ignoro de qué interior- y sus adláteres, enseñando a disparar para que duela, en el mejor de los caso y a dar porrazos a diestro y siniestro (más bien a siniestros, por que los diestros están encantados- ¿Qué tal la metáfora?)

Desengáñense. Sin una escuela pública con recursos materiales y humanos suficientes para una sólida educación y formación, los resultados nos seguirán ofreciendo un panorama de jóvenes frustrados, sin oficio ni beneficio, deambulando y/o delinquiendo, emigración de los jóvenes que han conseguido terminar una carrera, policías o guardias de seguridad sin la formación adecuada (con el riesgo que ello conlleva), políticos incultos e incompetentes ( y no quiero señalar) y un largo etcétera que nadie desea.

Continuará… Por desgracia.